Una investigación revolucionaria para paliar enfermedades inflamatorias parada por falta de fondos

La IA puede estudiar el impacto de la nutrición y el estilo de vida en la composición de la microbiota intestinal

David García Broto, un verdadero ejemplo de resiliencia frente a la colitis ulcerosa, lidera un proyecto visionario en colaboración con el CSIC y destacadas universidades. Esta iniciativa se centra en desvelar la relación entre nutrición, estilo de vida y microbiota intestinal para desarrollar intervenciones personalizadas y mejorar la calidad de vida de quienes padecen enfermedades intestinales. Sin embargo, para hacer realidad esta innovación, se necesita tu apoyo y firma. Únete a la campaña en Change.org para respaldar la investigación en salud intestinal.
La IA puede estudiar el impacto de la nutrición y el estilo de vida en la composición de la microbiota intestinal
David Garcia Broto
David Garcia Broto

David García Broto, es un ingeniero de software e Inteligencia Artificial (IA), emprendedor (1er premio InnoBIT 2001), que sufre Colitis Ulcerosa desde hace 30 años.  Una enfermedad crónica de origen autoinmune que afecta al colon y que influye profundamente en la calidad de vida de quienes la padecen. Su experiencia personal y formación en ingeniería y tecnología lo han llevado a emprender un proyecto pionero en colaboración con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y prestigiosas universidades. Este proyecto busca transformar la forma en que se aborda el tratamiento de enfermedades inflamatorias intestinales, centrándose en la relación entre nutrición, estilo de vida y microbiota intestinal.

"Esta lucha no es mía en solitario; es la esperanza compartida de muchos enfermos como yo que buscan respuestas en una medicina más holística", dice David.

El sueño de David es revolucionario: desarrollar una aplicación en la nube que implemente un modelo de registro dietético innovador. Esta plataforma digital permitirá una comprensión más profunda de los hábitos alimentarios de las personas y explorará el enigmático mundo de la microbiota intestinal. Con estos datos, se podrán diseñar intervenciones personalizadas que combinen nutrición, tecnología y la ciencia de nuestros microorganismos internos.

Cada día, se producen 3.000 búsquedas en Google preguntando qué comer o dejar de comer para tratar la enfermedad inflamatoria intestinal. 

No obstante, para llevar a cabo esta visión ambiciosa, se requiere financiación. David y su equipo han lanzado una campaña en Change.org, con el objetivo de reunir 100,000 firmas y generar conciencia sobre la importancia de financiar investigaciones innovadoras en salud intestinal. Más de 50,000 personas ya han brindado su apoyo a esta causa, demostrando la necesidad urgente de apoyar este tipo de iniciativas vanguardistas.

David ha conseguido que  Ascensión Marcos Sánchez, directora del Grupo de Inmunonutrición  en el  CSIC, le dijera que la propuesta era innovadora, disruptiva y, lo más importante de todo, necesaria. Y desde entonces cuenta con su apoyo y el de su grupo para, en colaboración con una universidad, implementarla juntos a través de un doctorado.

Un equipo multidisciplinar de primer nivel, compuesto por expertos en nutrición, inmunología, microbiología, digestivo, práctica clínica, ciencia de datos e Inteligencia Artificial, provenientes del CSIC, la Universidad de Oviedo (UniOvi), la Universidad Complutense de Madrid (UCM), y seis hospitales españoles.

El problema, es la falta de fondos para estar importante investigación, a pesar de que ofrecería múltiples beneficios, tanto directos para los pacientes con enfermedades inflamatorias intestinales como indirectos para la comunidad en general y otras áreas médicas:

"Los avances en nuestro proyecto podrían beneficiar la investigación en enfermedades más comunes como la obesidad, la diabetes tipo 2, el síndrome del intestino irritable, la celiaquía, los trastornos cardiovasculares y las afecciones autoinmunitarias." afirma David

Puedes apoyar la investigación  por la salud intestinal tan sólo con firmando la petición en Change.org y compartiéndola con tus amigos y familiares. 

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